SEXO “Mucho ruido y pocas nueces”
No pretendo
ganarme un premio literario con esta entrada, tampoco buscar las palabras que
sugieran de forma sutil lo que realidad pone sobre la mesa a los cachetazos.
Porque justamente de lo que voy a hablar, es de la pérdida de belleza en las palabras
y en la estética, incluso para crear un clima; la falta de sutileza y de imaginación
para generar expectativa y deseo… la indiferencia absoluta por el otro. Un otro
que se busca, pero no se quiere encontrar. Una soledad que pretende llenarse
sin compañía. Y así como los nuevos medios de comunicación, cada vez menos
nuevos, van borrando muchas fronteras, parecen también haberse borrado los límites
que diferencian erotismo de pornografía, anulando los procesos naturales de
conocer y acercarse a un otro diferente.
No se si “pedidos
ya” cuenta con servicios sexuales, pero un porcentaje importante de los registrados
en las páginas de citas, esperan la moto… listos como boy scout y cuando digo
listos, es listos… incluso antes del hola… y obviamente tenes que ser muy imbécil
para creer que sos Chasman, moviendo virtualmente los hilos de Chirolita… el muñeco
ni te registra. Cada uno monta su propia película y la mayoría de las veces es
lo único que monta. Pretenden con la vista, venderte satisfacción garantizada usando
el sentido que menos se usa en la cama, pero rara vez usan bien los otros
sentidos… y si no pueden esperar tres o
cuatro renglones de conversación para ofrecerte el primerísimo primer plano del
protagonista saliendo a escena… imagínate si se van a bañar, perfumar y te van
a fumar hablando en un bar para concretar algo real…
No conozco
todas las aplicaciones, pero llevo un mes paseando por un par y tratando de
ampliar mi visión del mundo, porque como bien dice el inocente principito, no podés
odiar a todas las rosas solo porque una te pinchó. Quería asegurarme de no
estar acostumbrándome a algo que no me permite dar lo que soy y entenderlo como
una experiencia única que ya es tiempo de dejar atrás, pero ya no tengo tan
claro lo de “única” cuando tanto el mundo analógico como en el digital, tengo que
ir de ventanita en ventanita explicándole a tipos de más de 40 años porque no
me interesa ser espectadora de sus 10 minutos de fama o bien un servicio a domicilio.
Así que di vuelta la situación y los convertí en objeto de estudio.
– pues
ahora es más rápido, respondió uno, - “la gente no quiere perder tiempo y todo
se sienta en el sexo, aunque digan que no. Lo demás es puro cuento de Disney.
En realidad, nos comportamos así, por nuestra naturaleza. En sociedad uno se
comporta de determinada manera por las impuestas reglas sociales. En la red uno
se expresa como quiere, pero también somos animales y no estamos exceptos de barbaridades,
somos los peores de todos ellos.”
Lo entendió
todo… no era ningún idiota, solo se comportaba como tal... y la conversación continuó sin desperdicio, sobre el ideal que uno crea
cuando se enamora, sobre la subjetividad del gusto por el otro… de hecho la
cultura no me permite expresar todo lo que se me ocurre abiertamente como lo haría en la confianza de
la intimidad, aun cuando me gusta desafiar todo lo que la cultura considera
tabú…
Sin embargo…
No es menos importante recalcar que significa “no querer perder el tiempo.”
Porque
conocí otras épocas e incluso por los mismos medios he pasado de la virtualidad
al mundo real, puedo ver cómo se va normalizando el sexo exprés como si se
tratara de aparear a tu mascota cuando está en celo y lo que da asco,
obviamente no es el sexo en sí, sino la deshumanización de las relaciones.
Perder el juego previo de la conquista, exponer la vulnerabilidad, abrir algo
más que las piernas, saborear el momento, experimentar en la misma piel y
conocer al otro en lugar de buscar tu propia satisfacción, porque es lógico
que, si no pones el alma, no entiendas como fluye la energía y podés quedar
cansado, pero no pleno. Incluso quien pretende decir que vende algo diferente,
literalmente le importa una coma lo que le estás diciendo y sigue con su
discurso unidireccional y narcisista contándote las fantásticas razones por las
cuales es un buen partido. Y si a alguien no le importa respetar tus tiempos o
cuales son tus necesidades para ver si encajan con las suyas, mejor que juegue
al solitario. En esta cultura del todo ya, de palo y a la bolsa, de no
disfrutar de nada, de registrarte en una página, llenar un formulario de
intereses que no te definen y que para un polvo a nadie le importa si lees o te gustan las mascotas… y sentarte a escribir a ver quién pica… todo eso
solo para tener un orgasmo y quedarte vacío nuevamente para volver a hacer lo
mismo…
¿eso no es
perder el tiempo…? si de verdad no queres perder el tiempo, comprate una muñeca inflable.
obvio que el tiempo es lo más preciado que tenemos.
Uno me dijo
que llevaba 4 días en la aplicación y no había podido concretar nada… un par de
insultos por ahí también me comí… Uno me repreguntó y para que una buena
conversación…
y mirá,
aunque después de los 40 van bajando las estadísticas de llegar a un segundo
tiempo, me gusta asegurarme que no me voy a aburrir en el entretiempo o bien,
que no voy a acelerar los tramites porque no tiene sentido escucharte hablar.
A ver… que
no voy a decir que los tiempos en que pesaba la palabra de la iglesia eran mejores,
pero era mejor creer que había un alma que podía quemarse en el infierno a imaginar
un mundo sin alma… vacío, movido únicamente por el instinto.
No soy
justamente una monjita de la caridad, pero de todas mis experiencias fuera de un
compromiso, no recuerdo el sexo, recuerdo la copa de vino o las cervezas, las risas,
las confesiones, las charlas interminables que se pausaban cuando llegaba el
día y continuaban cuando nos queríamos volver a encontrar. Por aquellos tiempos
nos llamábamos amigos con derechos, lo importante era que los derechos se ganaban
porque primero, éramos amigos, había códigos, respeto, comunicación, intimidad
de verdad, sabíamos ser libres y compartir en partes iguales. Existía el otro y
era eso lo que hacía de un momento aparentemente sin importancia, algo
especial.
En cierta
forma, quizá solo seamos animales domesticados por la cultura, pero a mí me gusta
creer que los valores trascienden la cultura, las imposiciones y también los
cambios que se van dando a lo largo del tiempo. Y lo paradójico del sexo es que
se convierta en un producto tan deseado y no se le de el respeto y el trato que
merece. Como pasa con todo lo demás, solo que en la fibra más íntima de cada ser.
En qué
momento un chico de 25 años de mi época, era más maduro que hoy uno de 40… ¿no
se supone que crecimos…? en que momento el único tema de conversación es el sexo explícito, con lo lindas que son las palabras, con la infinita multiplicidad de formas en que podes expresar incluso el deseo o las ganas de estar con alguien, sin necesidad de pasar el lenguaje por una maquina de picar carne... tiempo al tiempo... en que momento perdieron su propio valor como seres humanos como para creer que
lo mejor, por no decir lo único que tienen para ofrecer mide entre 17 y 25 cm…
ponele… (ahí están sacando la regla)
No sé de
que me sorprendo si desde antes de saber que los nenes eran diferentes quiero
cambiar el mundo porque la raza humana nunca me gustó… ni los domesticados, ni
los rebeldes que no saben que defienden.
El camino a la involución es inevitable. El
otro día veía un documental y tenía más fantasías que la que puede ofrecer
cualquiera de estos pobres tipos por la web. El mundo puede terminar en
cualquier momento… ¿para que cambiarlo?
Mejor me
siento a ver como se destruyen… el mío ya lo cambié.
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