Stand up especial para familiares y amigos

 



Muchas veces en estos 44 años quise abandonar el barco y siempre me pensé escribiendo esto para esa ocasión, pero un día como cualquier otro tuve como una epifanía: ¿porque abandonar el barco, si amo el agua más que a nada en el mundo? puedo seguir navegando y abandonar la tripulación.

Que decida tomarme un tiempo, no significa que las personas que conozco no me importen, de hecho, doy más explicaciones de las he recibido y esta por cierto es la última, tómenlo como el último compromiso que asumo con ustedes, hasta que cumpla con los míos. Y si quieren seguir estando ahí después, bien, pero si no pueden entenderlas o aceptarlas, quizá sea que de este lado no está esa persona que creen que soy o esta que decido ser, no les sirva… si no pueden tomarse un tiempo para leer, tampoco les va a importar lo que tengo para decir, así que da igual, no se sorprendan después si del otro lado no encuentran a nadie.  Trataré de compartirlo todos los días en face y en el estado hasta que los algoritmos hagan su trabajo. El que avisa no traiciona.

En la vida más allá de los distintos roles que asumimos, hay 2 que son básicos: el de Victima o el de protagonista. Y aunque crean que lo que toca toca, la suerte es loca porque lo aprendieron en el jardín. Es una decisión.

Lo ideal es que todos entendiéramos que somos protagonistas de nuestra vida y personajes secundarios en la vida de los demás. Aunque la mayoría de la sociedad tiene esto bastante confuso y es víctima de su vida y quiere ser protagonista en la vida de los demás. (por ahora voy contextualizando, callen el cerebro primitivo que no estoy atacando a nadie)

En líneas generales en la sociedad, está más aceptado el rol de víctima. No he ido a muchos velorios, pero cuando se dio la ocasión, he visto a las mismas lenguas de víboras llorando por el pobre muerto cuando en vida, le pusieron etiquetas y le sacaron el cuero a más no poder. No sé si el muerto se entera, aun no me toca, pero lo he padecido en vida y tengo miles de ejemplos, por eso “tengo la creencia” que la gente que debe estar en tu vida, es la que disfruta con vos en las buenas, no solo en las malas, como dicen por ahí.

Cuando pongo entre comillas “tengo una creencia” significa que no estoy afirmando que algo sea así, simplemente que como todo el mundo, veo mi propio recorte de la realidad, en base a mis juicios y mis experiencias construyo creencias que pongo en coherencia con mis valores y vivo de acuerdo a eso.

Así que asumo que no necesariamente vemos la realidad de igual forma, por lo cual todo mi planteo parte desde mis creencias, que puede no ser una verdad para otro, pero sí, es la forma como yo decido vivir mi vida, algo que como verán, es público, no tengo problema en compartir, pero no espera aprobación.

Como todo el mundo también, tengo mis defectos y virtudes, pero no creo que haya alguien que pueda decir que me he dedicado a joderle la vida a los demás. He disfrutado y celebrado de cada cosa buena que me han contado como si me hubiera pasado a mí. He motivado a cada persona a que hiciera lo que le hace feliz, porque sé que todos tenemos ese algo y se lo que siente encontrarlo. He apoyado y tirado ideas para cualquier proyecto que alguien tuviera en mente. Me encanta, mi cabeza se dispara y no tengo razones para no hacerlo e incluso, hasta ahora, le he dedicado más tiempo que a los míos. He puesto otra mirada e incluso humor, cuando alguien necesitaba que algo le doliera menos, y he dado razones de las fortalezas y los motivos que cada quien tiene para valorar y dejar de creer que su vida es una mierda cuando así lo sintió.

También sé que no soy el tipo de persona atenta que te va a mandar seguido un mensajito para ver cómo estás, hasta mis novios se han quejado de eso, pero siempre estuve, no cuando no tenía nada mejor que hacer, sino cuando fue importante. Y que puedo ser muy dura para decir las cosas, te acompaño, pero nunca voy a consentir el papel de víctima, sencillamente porque creo que eso no le cambia la vida a nadie para mejor. Aunque admito que la gente con huevos, no es tan bien aceptada por la sociedad como “el pobrecito” se llevan mejor con la lástima. Y a veces tenes que elegir entre el amor de los demás o el propio y yo me quedo con el mío.

Lo que doy es lo que soy, lo que me doy a mí misma, lo que tengo para ofrecer a los demás. Bien o mal, guste o no, es lo que hay.

A cambio puedo decir que he recibido buenas palabras o apoyo de “algunas” personas cuanto estaba muy hecha mierda tocando fondo. Pero ideas, motivación, apoyo, un ¿en qué puedo ayudarte? Cuando estoy bien, haciendo lo que me gusta, NUNCA. Las redes no me dejan mentir: Ni el detalle de compartir una publicación en Facebook, ni dejar un comentario en el blog.  Ni el más mínimo interés en NADA.

Que no tienen ni puta idea de lo que hago ni de todo lo que quiero hacer, pero aun así consideran que no es tan importante como para no poder postergarlo para sentarme a tomar unos mates.

Me han tirado mierda a morir,

en los años que fui ama de casa y me gustaba dedicarme a la casa, que por cierto no fueron 30 años de estar mantenida por un acaudalado millonario, sino 3 haciendo malabares para vivir y tiempos que incluso no tuve para comer. Cuando quise trabajar también, imagínense qué clase de madre era si los quería dejar en una guardería. Por no estudiar y por querer estudiar. Cualquier cosa que quisiera era un capricho. (supongo que así se debe ver la vida cuando alguien no se motiva por nada) Sin importar cuantas cosas hiciera, nunca faltó quien preguntara porque no había hecho tal otra. Aun hoy.

Me han criticado cuando laburaba en la radio, cuando me fui, cuando cambié de trabajo 20 días después y pasaba 12 horas en la calle, cuando puse el negocio, cuando me endeudé, no por irme de shopping sino por asumir mi responsabilidad y cargar con la ajena también, cuando volví a lo de mi vieja y quería laburar solo de lo me gustaba.  Y cuando miré para atrás, simplemente dejé de escucharlos y empecé a cagarme en cualquier opinión que pudieran tener de mí.

No vino todo de las mismas personas, hay quienes fueron parte de toda la historia y quienes menos, pero de este lado solo hubo un cuerpo para aguantarlo y si el tiempo no es lineal como dicen, lo aguanté todo al mismo tiempo. Porque además de estar haciéndome cargo de mi vida y la de 2 personas más, como podía, estaba atajando todas las pelotas que me tiraban.

 Y para ser totalmente sincera, el problema nunca fue “la opinión” si les gusta o no lo que hago, si les parece importante o no o creen que debería hacer otra cosa, desde lo más profundo del alma, siempre ME CHUPO UN HUEVO.  Si algo aprendí de esta situación es cada uno tiene que hacer lo que le hace feliz y que te tiene que importar tres carajos lo que piensan los demás. Y por suerte lo aprendí joven.

No estoy pasando factura, es solo un análisis filosófico, pasa que, sacando factor común del comportamiento social frente a mis distintos momentos de la vida, he notado que cuando me quejaba de las dificultades era la pobre víctima, pobre con los chicos yendo de un lado a otro, cuando me veían disfrutando de ocuparme de la limpieza de la casa, está evadiendo, no hace nada productivo. Cuando me quejaba de las condiciones laborales de la radio, pobre, se abusan porque no hay trabajo, cuando me veían disfrutando, porque igual amaba mi trabajo, tenes que cambiar de trabajo, lo que te gusta no te da de comer. Y así mas o menos con todo. Y como no voy a participar de un concurso literario con este texto. Lo voy a decir a mi estilo: en esta sociedad, NO HAY PORONGA QUE LES VENGA BIEN. Y de lo que no se enteraron, es que se nos dio una vida a cada uno para que cada quien haga lo que quiera con ella. Y hay una estadística que dice que de cada 100 personas que se mete en la vida de los demás hay 100 que no sabe qué hacer con la suya... ¿es triste no? Son estadísticas alarmantes

Hay dos sentimientos que nunca tuve, pero puedo mencionar excepciones. Aburrimiento (quizá algunas veces de chica cuando con mis amigas no sabíamos a que jugar, SOLA NUNCA) y envidia (quizá alguna mañana fría cuando veo a mis gatos que pueden quedarse en la cama, por algo bueno que le pase a otra persona NUNCA)

Miren un poco para adentro. Aunque nadie se haga cargo, si a los 4 años quería cambiar el mundo y durante los 40 restantes quiero irme a vivir al medio de una montaña, de un bosque, una isla o donde sea que me conecte con la naturaleza y me desconecte del humano, no es por que exista la guerra.

Somos un producto de la sociedad, pero no de la de china o Groenlandia, del entorno que nos rodea. Y si dentro de mis prioridades no está la vida social, algo tendrán que ver en los resultados.

Pero aún así, nadie mira para adentro. El problema lo tiene ella, que es antisocial

No me van a decir que no merece un tratado filosófico, si las personas que están en tu vida prefieren verte quebrada a feliz, prefieren ser un obstáculo a un apoyo, prefieren tirarte mierda a sacar la mejor de vos, lo normal debería ser que quieras alejarte. Querer tenerlos cerca es como enamorarte del violador o el secuestrador. El mazoquismo me lo puedo plantear con Christian Grey... y hasta por ahí nomás

y yo no tengo ningún problema, porque soy lo que elijo y soy feliz con eso, problema sería que me hiciera sentir mal, no que los haga sentir mal a ustedes. y no soy antisocial solo porque disfruto del tiempo que paso conmigo, porque de la misma forma puedo disfrutar de los momentos que elijo pasar con los otros. Podría haberme escondido detrás del papel de madre recatada y me habrían justificado, pero a pesar de todas las dificultades, hasta los 28 he ido a bailar casi todos los fines de semana, he salido con cuanto tipo se me antojó, siempre estaba dispuesta para cualquier plan, todavía frecuento la cantidad suficiente de gente, como para tener “si quisiera” todos los findes ocupados, cuando estoy para otro escucho no pelotudeo con el celular, pero cuando estoy conmigo cierro la comunicación por todos los canales. Si no me llevo un libro a tu casa para leer, no entiendo que te hace de pensar que voy  dejar de leer en mi casa para escucharte (es sentido común)

 Y podrían decirme que estoy loca, incluso por estar escribiendo esto, yo creo que soy una persona sana viviendo en un mundo totalmente desquiciado, porque ni se enteraron que usar un celular es una “nueva normalidad”, no es natural, si a alguien le parece natural ver a la gente, caminando, manejando, cagando y viviendo mientras habla con otras personas, para mí están totalmente trastornados (aunque lo haga la mayoría). Pero es mi punto de vista, no lo tomen como personal. Yo prefiero el teléfono gris de entel, el que no andaba.

Le agradezco a la vida que me hayan hecho la vida tan difícil, porque la mayor parte del recorrido que hice, el camino que elegí, mi amor por el desarrollo personal apareció buscando respuestas y todas las terapias que hice fueron para callar sus voces y volver a encontrar la mía.

Que cada quien haga su propio mea culpa, no con respecto a mi, sino con su rol en la vida de los demás. (sumo o resto/ aporto valor o robo energía) si pudieron dedicarle tanto tiempo a mi vida, espero puedan tomarse un par de minutos y ser igual de críticos con la suya.

Espero no les importa que me extienda, es el último sábado que uso para sociales y comprenderán que no quiera guardarme nada, pero voy yendo al grano.

Durante la cuarentena, había empezado a leer un libro, no recuerdo cual era, pero el autor contaba que le había llevado 7 años escribirlo. Así que dejé la lectura y decidí empezar con el mío. Si no empiezo, no termino. Lo terminé un año después.

No me lo tomé muy enserio, porque los capítulos salían con fritas y para ser un libro digno de edición necesita mil correcciones, pero cuando lo terminé me di cuenta que la razón por la cual no lo tomaba en serio, es porque toda mi vida viví con la creencia de que no podes vivir de escribir y que si haces lo que te gusta te vas a morir de hambre, que nadie te va a publicar y todas las boludeses que escucho desde que era chica y lo tomé como un pasatiempo. Estaba acostumbrada a pensar eso, pero ya no lo creo y los tiempos cambiaron.

Entonces porque no hacer lo más me gusta hacer cuando tengo todo a favor. (esto hace más de un año atrás)

Cuando llegó diciembre del 22, mi único objetivo no cumplido era el libro. Tenía apenas 8 hojas de un borrador. ¿En que estaba fallando? en que no estaba cumpliendo con el compromiso que tenía conmigo porque cualquier cosa que surgía era motivo para postergar.

Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante, era mi slogan a los 22, cuando tenía hijos chiquitos, pero ya no tengo niños a cargo soy libre para hacer lo que se me antoje.

Y decidí que este año, el único compromiso que tengo es conmigo. Y en enero llevo 30 hojas. Coherencia es igual a resultados.

Que si pudiera vivir de rentas y alquilarme una cabaña alejada de todos hasta que lo termine, lo haría. Sea un año, dos o siete. En realidad creo que no volvería, pero ponele...  Así como me han escuchado decir que si mi vocación fuera encerrarme en un convento y hacer votos de silencio, no voy a dejar de hacerlo porque a mis conocidos les guste hablar por teléfono.

La realidad es que no vivo de rentas, ni vivo sola. No tengo mucama, ni cocinera ni mayordomo ni jardinero, ni marido que me arregle los enchufes, tengo mis obligaciones diarias y cosas para solucionar como todo el mundo que me restan tiempo para lo que quiero hacer.

“Hoy” tengo la posibilidad, de tener un trabajo de medio tiempo que hago desde mi casa y vivir con eso, podría trabajar el doble y ganar más, pero elijo el tiempo por sobre el dinero, lo que no significa que porque esté en mi casa esté disponible (algo que no entienden ni los que viven en casa, ni los que están afuera), ni que el tiempo que no paga el dinero valga menos. El tiempo vale el sentido que le das.

 ¿Se acuerdan cuando me decían que no aprovechaba para estudiar los últimos 4 años que trabaje de noche en la radio? Y yo lo sabía, en 4 años solo me saque 2 años de historia, porque emocionalmente no podía poner mi concentración en la lectura, porque además de dormir de día cuando podía, mantenía una casa, cuidaba sola a uno de mis hijos, cargaba con la culpa de dejarlo solo todas las noches desde los 6 años hasta los 10 pero para mi entorno, era más normal que un nene de 6 años se quedara solo en la casa a que la madre no tuviera ganas de estudiar. De verdad que no me extraña que me hayan convertido en la psicópata que les está escribiendo. 

Bueno, hoy se me dan todas las condiciones para poder aprovechar mi tiempo, trabajo de mañana por el presente y de tarde por el futuro y de noche miro Netflix como si fuera una persona normal, si un día de estos me quedara sin trabajo porque la seguridad no existe, y tuviera que buscar otro y fuera tiempo completo, me arrepentiría del tiempo que perdí, pero si puedo aprovecharlo la vida no me va a agarrar desprevenida.

 Y si alguien quiere pensar que soy egoísta, una hija de puta o lo que quieran, les cuento que a esta altura de mi vida y con todo lo que he escuchado, se me despegan todas las etiquetas, si de las personas que hoy frecuento inclusive familia (gran invento ese), a ninguna le importa lo que estoy haciendo es porque no tienen que estar en mi vida, imposible que sea más clara. Y que le importe, no significa decir sí me importa, significa que entienda que si el requisito es que no cuenten conmigo durante 5 años no puede ofenderse, sino, no entendieron nada. Agradezco la exigencia para conmigo, aprendí a ser tan productiva que no me quedó ni tiempo para dedicarles.

A los 11 años cuidaba a todos los chicos menores de 5 años del barrio y a mi abuelo enfermo y hasta diciembre del año pasado di una mano cada vez que lo necesitaron, si el tiempo y lo que di en todos esos años le parece poco, busquen gente nueva, que les sea más útil. Porque esta quedo fuera del área de cobertura.

y no quiero cagarles el fin de semana, pero problemas van a seguir teniendo y sé que son tan importantes como los míos, aprécienlo porque hay poca gente que considere que lo que le pasa a los demás es igual de importante, pero por creer muchas veces que lo de los demás era urgente y lo mío podía esperar estoy en deuda conmigo, me gasté más de la mitad de mi vida útil y mi fecha de vencimiento la desconozco, hasta que no salde esa deuda no estoy para nadie más.

Si tengo que elegir entre cumplir un sueño o perder a la gente… soy consciente, me hago responsable, me banco las consecuencias, como hice siempre, pero ya saben que elegí.

Si esto fuera una carta de suicidio, dirían pobre, estaba deprimida, nunca estuvo bien de la cabeza, como no lo es, solo se van a quedar con la parte de no está bien de la cabeza… son miradas, hay tantas como seres humanos…

«Nosotros, los que pensamos diferente, somos considerados locos en un mundo lleno de cuerdos hostiles«.


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